lunes, 13 de septiembre de 2010

epoca incaica

El Imperio incaico fue un Estado de América del Sur gobernado por los incas que se extendió por la zona occidental del subcontinente entre los siglos XV y XVI. Fue la etapa en que la civilización incaica logró su máximo nivel organizativo y su territorio, conocido como Tahuantinsuyo (quechua:Tawantin Suyu, aimara: Pusin Suyu, 'las cuatro regiones juntas'), abarcó cerca de 2 millones de km² entre el Océano Pacífico y la selva amazónica y desde las cercanias de San Juan de Pasto al norte hasta el Río Maule al sur. El Tahuantinsuyo fue el dominio más extenso que tuvo cualquier estado de la América precolombina.[1]



El imperio comenzó a formarse a partir de la victoria de Pachacútec frente a la confederación de estados chancas en el año 1438. Luego de la victoria, el curacazgo incaico fue reorganizado por Pachacútec; a partir de entonces. el Imperio incaico iniciaría una etapa de continua expansión del aparato de éste el noveno inca y su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y finalmente del undécimo inca Huayna Cápac quien consolidaría los territorios; en esta etapa la civilización Inca logró el máximo desarrollo de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.






El 9º Inca.Artículo principal: Pachacútec

Durante su gobierno se produjo el mayor crecimiento del imperio. Inauguró el periodo imperial, porque los incas se convirtieron en emperadores al anexionar numerosos pueblos. Pachacútec mejoró la organización del estado, dividiendo el imperio en cuatro regiones o suyus. Por el norte, sometió a los huancas y tarmas, hasta llegar a la zona de los cajamarcas y cañaris (Ecuador). Por el sur sometió a los collas y lupacas, que ocupaban la meseta del altiplano. Organizó a los chasquis e instituyó la obligatoriedad de los tributos.

Crisis de sucesión


La costumbre, tradición y las leyes incaicas establecían que el trono del Inca sucesor debía ser ocupado por su descendiente directo, hijo del actual Emperador en una Coya (hermana del Soberano). A falta del heredero legitimo debía ocupar el trono el hijo del Inca en una Palla (princesa real del Cuzco). A falta de los herederos legítimos, podían reclamar el trono los hijos de los Incas procreados en Ñustas.



Huayna Cápac había nombrado como heredero desde antes a Ninán Cuyuchi (hijo de la Coya Mama-Cussi-Rimay) mas éste resultó enfermo de viruela y murió muy joven en la ciudad de Quito. Entonces, a falta de heredero legitimo debía ocupar el trono el hijo del Inca en una Palla (princesa real del Cuzco) y dos fueron nada menos que los pretendientes: Manco-Inca-Yupanqui (hijo en la Palla Civi-Chimpo-Rontosca), que murió sorpresivamente asesinado, quedando su otro hijo, Huáscar, cuya madre la Palla Rahuac-Ocllo había gobernado el Cuzco durante la ausencia de Huayna-Cápac. A falta de los herederos legítimos podían reclamar el trono los hijos de los Incas procreados en Ñustas y de esta manera, apareció Atahualpa

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